Efemérides | Semana 26: Borges, Sábato y la Marcha del Orgullo Gay
Publicadas por ernan cirianni el viernes, junio 29, 2007 2 comentarios
Más efemérides, historietas
Voloh II: El Señor Hill
Publicadas por Javier Defox el lunes, junio 25, 2007 0 comentarios
Más literatura
Presentación de la revista Cábula (historietas)
El viernes 22 de junio, a las 20 hs, se presentará el tercer número de la revista de historietas Cábula, en LDF-Galería, Perú 711, 1° piso, depto. 2, San Telmo.
Este número de Cábula cuenta con historietas de Miguel Brieva (España), Christiano (Chile), Angel Mosquito, Federico Reggiani, Pablo Sapia, Frank Arbelo (Cuba-Bolivia), Jesus Cossio (Perú), Marco Tóxico (Bolivia), Fabio Zimbres (Brasil), Max Mosku (Colombia), Lucas Nine, Frank Vega, Fran López, Clara Lagos, Diego Abu Arab, Juan Sáenz Valiente, Ernán, Federico Geller, Pablo Besse, César Carrizo, Hernán Cañellas, Andrés Biscaisaque, Kráneo, Ezequiel García, Max Aguirre y Maria Delia Lozupone. El prólogo estuvo a cargo de Diego Rojas.
La revista Cábula es editada por Ernán Cirianni y fue presentada en el reciente mes de mayo en el Festival de historietas "Viñetas con Altura" en La Paz, Bolivia.
En la presentación habrá una muestra de trabajos originales de los historietistas que forman parte de este número de la revista y proyecciones de animaciones de Max Mosku, Lucas Nine, Juan Sáenz Valiente y Diego Abu Arab.
Publicadas por Ernesto Gutiérrez Ezcurra el miércoles, junio 20, 2007 0 comentarios
Retratos Urbanos VI
Publicadas por Sergio Santillan el lunes, junio 18, 2007 6 comentarios
Más fotografía
Voloh: La dama, la flor y el ciego
Publicadas por Javier Defox el lunes, junio 18, 2007 2 comentarios
Más literatura
Festival Latinoamericano de la Clase Obrera 07
Del 7 al 13 de junio en el Complejo Tita Merello, y del 14 al 16 del mismo mes en el Centro Cultural "20 de Diciembre" (Ituzaingó 747, Barracas), se realiza la IV edición del Festival Latinoamericano de la Clase Obrera (Felco), orientado a difundir, por sobre todo, las expresiones audiovisuales que tienen como eje los conflictos, las luchas y los problemas de la clase trabajadora.
En sus tres ediciones anteriores (realizadas en Buenos Aires, El Alto -Bolivia- y San Pablo -Brasil-) el festival estuvo limitado al cine y al video. En esta oportunidad sus organizadores (entre quienes destaca el Ojo Obrero, colectivo de cine y video político) han ampliado la convocatoria a otras artes, como ser teatro, plástica, intervenciones callejeras, lo que se ve reflejado también en la programación (ver http://www.felcoargentina.com.ar/), que incluye muestras de pinturas y esculturas, obras de teatro, y mesas debate sobre diversos temas relacionados con la unidad entre las expresiones del arte y la cultura en general, y los problemas que enfrentan los trabajadores, particularmente de este lugar en el mundo que es América Latina.
En este mismo blog los visitantes podrán acceder a un breve video de presentación del festival, desarrollado excusivamente por y para Culturamma.com.ar.
Publicadas por Ernesto Gutiérrez Ezcurra el miércoles, junio 13, 2007 0 comentarios
Más artes visuales, cine, exposiciones, política
Diagonal Roca
Publicadas por Javier Defox el lunes, junio 11, 2007 0 comentarios
Más baches
Deida greca
Publicadas por Javier Defox el lunes, junio 11, 2007 2 comentarios
Más baches
El cuerpo enajenado (4ª y última entrega)
El trabajo alienado como negación de la naturaleza humana
Ahora bien, de esta definición general de trabajo que vimos anteriormente, se va a desprender una primera gran contradicción. Si el trabajo es esta potencia, ¿por qué trabajar es tan penoso y miserable en la sociedad moderna? De este punto es de donde parte Marx en los Manuscritos para desentrañar el problema de la alineación humana. En decir, no parte de la filosofía, en un sentido especulativo, sino de un hecho económico contemporáneo. Dice:
“Nosotros partimos del hecho económico actual. El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuanta más mercancía produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajador pone su vida en el objeto y su vida no le pertenece ya a él mismo sino al objeto. Pero la vida que le ha dado al objeto se le opone como un fuerza ajena y hostil (...) La enajenación del trabajo consiste en que el trabajador no se realiza en su trabajo sino que se niega, experimenta una sensación de malestar más que de bienestar, no desarrolla libremente sus energías mentales y físicas sino que se encuentra físicamente exhausto y mentalmente abatido. Su trabajo no es voluntario sino impuesto. Es un trabajo forzado. Su carácter enajenado se muestra en el hecho de que tan pronto como no hay una obligación física o de otra especie, es evitado como la plaga. El trabajo en que el hombre se enajena es un trabajo que implica sacrificio y mortificación”16
Podemos ver que la alineación del trabajador consiste en que aquello que produce con su trabajo, con su actividad vital, no le pertenece, se produce algo que no es propio, que es de otro. Es decir, cuando el trabajo debiera ser una actividad vital, conciente, que nos realiza con los otros, en la economía moderna (capitalista) termina siendo lo opuesto. De esta manera, si el producto del trabajo le es ajeno al productor mismo, la pregunta que enseguida surge es ¿a quien pertenece entonces?:
“Si el producto del trabajo no pertenece, al trabajador, si es frente a él un poder extraño, esto solo es posible porque pertenece a otro hombre que no es el trabajador. Si su actividad es para él dolor, ha de ser goce y alegría vital de otro. Ni los dioses, ni la naturaleza, sino sólo el hombre mismo, puede ser este poder extraño sobre los hombres. Si el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo, como un objeto poderoso, hostil, extraño, se está relacionando con él de forma que otro hombre independientemente de él, poderoso, hostil, extraño a él, es el dueño de este objeto (...) Así, pues, la relación del trabajador con el trabajo engendra la relación de éste con el capitalista o como quiera llamarse al patrono del trabajo. La propiedad privada es, pues, el producto, el resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador con la naturaleza y consigo mismo”17
Y por supuesto, aunque la enajenación arranque del comportamiento económico del hombre, no es tampoco un fenómeno exclusivamente económico en el sentido estrecho de la palabra que atañe solo a la producción. Todas las relaciones que mantiene el hombre enajenado de sí mismo son forzosamente relaciones enajenadas. Pero la consecuencia fundamental es que el hecho económico contemporáneo implica que, trabajando de una manera alienada, el hombre termina negando el carácter específico del trabajo humano como especie. El hombre se aliena de los otros hombres y termina siendo un animal y no un sujeto colectivo que crea el mundo material de su propia vida. Cuando Marx afirma esto, su afirmación filosófica, no es la mera especulación del pensamiento, es la realidad concreta y material del mundo contemporáneo. Hoy conviven el hambre y la abundancia de alimentos que lo satisfacen, pero los productos que satisfacen el hambre aparecen como extraños, y por lo tanto hostiles a la masa de hambrientos.
La emancipación de los trabajadores como negación de la negación
como negación de la negación Luego del análisis que venimos desarrollando queda claro que toda superación de esta alineación, toda reconciliación del hombre con su actividad vital, no puede sino implicar otra forma de organización social del trabajo. La posibilidad del hombre de poder desplegar todas sus potencialidades y realizarse como ser genérico está vinculada a las posibilidades de emanciparse del trabajo alienado. Tiene que negar el trabajo alienado para recomponerse como ser humano. Y cuando hablamos de trabajo alienado, como vimos anteriormente, también hablamos de la propiedad privada de los medios de producción. Ya que es el propietario de los medios de producción el que se apropia del trabajo ajeno y esta es la quinta esencia del funcionamiento de la sociedad capitalista. De esta manera lo que se le plantea al trabajador como solución a su extrañamiento, es apropiarse de las condiciones que hacen a su propio trabajo, es decir: expropiar a los expropiadores. En términos hegelianos esto sería la negación de la negación, donde el trabajador se recompone en su actividad vital, porque el producto de su trabajo, su subjetividad objetivada, ahora le pertenece. Pero en esta acción revolucionaria, y aquí está la clave de toda la cuestión, no sólo se plantea la emancipación de los trabajadores como clase, dice Marx:
“De la relación del trabajo enajenado con la propiedad privada se sigue, además, que la emancipación de la sociedad de la propiedad privada, etc., de la servidumbre, se expresa en la forma política de la emancipación de los trabajadores, no como si se tratase sólo de la emancipación de éstos, sino porque su emancipación entraña la emancipación humana en general; y esto es así porque toda la servidumbre humana está encerrada en la relación del trabajador con la producción”19
Es así, que la revolución proletaria, la toma del poder político por la clase obrera y la consecuente socialización de los medios de producción modernos, se manifiesta como un acto de humanidad. No se trata de una revolución más, porque lo que está en juego no es la obtención de un beneficio particular sobre la base de la explotación del otro, sino, la emancipación del hombre en general.
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Publicadas por Diego Bruno el sábado, junio 09, 2007 0 comentarios
Romana
"El silencio de cementerio no es más que el eco de lágrimas en una habitación descascarada, que maquillada con libros húmedos y maullidos solitarios, pretendió ser nido, bunker, telo..."
Un compinche de algunos años de la adolescencia decía que las pastillas no hacían mal porque eran "remedios". Cuando lo hacía solo atinaba a sonreír, tomándolo como de quién venía. Con el tiempo aprendí que las cosas no hacían "mal o bien" por definición, sino que el vértigo con que nuestro espíritu deambula es lo que marca que hace "mal o bien". Sin embargo, en tiempos donde las masas aún amorfas pretenden que cajas de cartón y papeles manchados cambien sus destinos, las cajas y papeles que otro compinche de los mismos años encendía -obsesivamente- durante nuestras noches de vagancia, se tornan como una dulce melodía de rebelión.
Las pastillas, del abuelo, del hijo del farmaceútico, del sidoso cagón, hacen mal o bien. Y a nadie le importaba ni le importa. Solo yo uso recuerdos lejanos para ahogar recuerdos más recientes, esos donde fantaseaba terminar mis días en una quinta de General Rodríguez, bajo un paraíso, tomando y fumando, sereno y satisfecho...
Publicadas por Javier Defox el lunes, junio 04, 2007 0 comentarios
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